CAPÍTULO
11: Atrapados
“Has arriesgado tu vida de nuevo a pesar de mis
advertencias, Dana. Y no sólo has sobrevivido, sino que además has llegado
donde nadie antes lo había hecho. Muy bien, discípula. Eres la aprendiza más prometedora
que he visto jamás.” (Suren)
“¿Cómo que qué hago aquí? Estoy contigo.” (Fenris)
“Eres una Kin-Shannay, te has puesto en contacto con una
archimaga fallecida y el unicornio pretendía entregarte su tesoro. Estás
destinada a hacer grandes cosas, Dana. Quizá a tu lado pueda aprender a
librarme de esta maldición que me atormenta y me tiene prisionera de mí mismo.”
(Fenris)
“Por favor, haz un esfuerzo. Por ti, por mí. Porque, según
dices, nos queda poco tiempo juntos; y no quiero pasarlo aquí, en medio de
ninguna parte.” (Dana)
“Volveré para buscarte.” (Kai)
CAPÍTULO
12: El regreso de Aonia
“¿Aún no lo has entendido? Dana, la Puerta eres tú.” (Kai)
“La vida y la muerte son parte de cada criatura. Tu mundo y
el mío no son opuestos, sino paralelos y complementarios.” (Kai)
Kai sonrió, y Dana sonrió también. En aquel momento habría
hecho todo lo que él le hubiese pedido sin dudarlo un segundo.
CAPÍTULO
13: La prueba del fuego
Kai: “Iré con Dana. No voy a dejarla sola.”
Aonia: “Sé que es
tu deber, y sé también que no la proteges sólo por obligación. Pero la mejor
forma de protegerla es alejarte de ella, Kai, al menos por ahora.”
Kai: “No quiero dejarte ir.”
Dana: “Volveré
contigo. Yo tampoco quiero separarme de ti.”
“Sabes que haré lo que sea. Todo lo que me pida, con tal de
que libre a Kai.” (Dana)
“Sabes que habría arriesgado mi vida por tu causa, Aonia.
Pero no puedo arriesgar la de Kai. No se lo merece.” (Dana)
En un momento pasaron por su mente escenas de toda su
existencia, y algo se rebeló en su interior. No podía morir ahora, no ahora que
Kai la necesitaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario