Clara: “Te ha
cambiado la voz. ¿Has cambiado tú también, Daniel?”
Daniel: “Sigo
siendo tan bobo como antes, si es lo que te intriga.”
“Hablar es de necios; callar es de cobardes; escuchar es de
sabios.” (Gustavo Barceló)
“Tres cabezas piensan mejor que dos, especialmente si la
tercera es la mía.” (Gustavo Barceló)
“Eso vengo yo diciéndolo desde el principio. Pasa que aquí
hay mucha calentura juvenil y poca visión de conjunto.” (Fermín)
“La muerte tiene estas cosas: a todo el mundo le despierta
la sensiblería. Frente a un ataúd, todos vemos sólo lo bueno o lo que queremos
ver.” (Gustavo Barceló)
“No te fíes del que se fía de todos.” (Gustavo Barceló)
Ella sonreía, buscándome la mirada y demostrándome que
entonces y siempre cualquier cosa que se me pudiera ocurrir, a ella se le había
ocurrido ya antes.
“En contra de lo que usted cree a pies juntillas, el
universo no gira en torno a las apetencias de su entrepierna. Otros factores
influyen en el devenir de la humanidad.” (Fermín)
“La espera es el óxido del alma.” (Fermín)
“Una cosa es creer en las mujeres y otra creerse lo que
dicen.” (Fermín)
Hay personas que se recuerdan y otras que se sueñan.
Para mí, Nuria Monfort
tenía la consistencia y la credibilidad de un espejismo: no se cuestiona
su veracidad, sencillamente se le sigue hasta que se desvanece o te destruye.
Palacios: “Estoy
harto de entierros, Daniel. No quiero tener que asistir al tuyo.”
Daniel: “Mejor,
porque no está usted invitado.”
“A veces nos creemos que las personas son décimos de
lotería: que están ahí para hacer realidad nuestras ilusiones absurdas.” (Isaac Monfort)
“No hay segundas oportunidades, excepto para el
remordimiento.” (Nuria Monfort)
“Cada cual hace aquello para lo que sirve.” (Miquel Moliner)
“Mientras se trabaja, uno no le mira a la vida a los ojos.” (Miquel Moliner)
“Sólo sé que aquellas dos semanas que pasé con Julián fueron
el único momento de mi vida en que sentí por una vez que era yo misma, en que
comprendí con esa absurda claridad de las cosas inexplicables que nunca podría
querer a otro hombre como quería a Julián, aunque pasara el resto de mis días
intentándolo.” (Nuria Monfort)
“Entonces supe que Julián nunca sería mío, que le había
perdido antes de empezar.” (Nuria Monfort)
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